Retail

¿Podría la RFID aliviar la creciente presión sobre las cadenas de suministro?

| Por Moisés Galindo, consultor de Retail en Lexmark

Una parte importante para que la logística funcione sin problemas es saber dónde están los productos en la cadena de suministro y cuántos hay. Lexmark lo hace sencillo.

RFID

ETIQUETAS: Retail, Internet de las Cosas, Manufactura

La pandemia ha cambiado más que los hábitos de trabajo y la interacción social. También se ha trasformado significativamente la manera en la que las personas compran. Las ventas online ya estaban teniendo popularidad, pero las recomendaciones de permanecer en casa aceleraron su uso como canales de venta y la gente que aún no había hecho sus compras diarias en línea, prefiriendo visitar una tienda física, se vieron obligadas a dar el paso.

Incluso cuando las tiendas físicas reabrieron, la tendencia de crecimiento del e-commerce dista mucho de caer a los niveles pre pandémicos. En la encuesta de Avaya Vida y trabajo más allá del 2020, en donde participaron más de 10,000 personas de 11 países, se encontró que 76% de los consultados esperan continuar sus compras en línea en el futuro en el mismo grado o incluso más que durante la pandemia.

Cosas en lugar de experiencias

Es comprensible que, al verse obligados a pasar una cantidad desproporcionada de su tiempo en casa, los ciudadanos hayan optado por consumir "cosas" en lugar de experiencias. Este incremento en el consumo ha ejercido presión sobre las cadenas de suministro, y la demanda de transporte marítimo ha llegado al punto de que no hay suficientes contenedores en circulación y los costos se han disparado.

Aunque los principales cuellos de botella del transporte marítimo han disminuido, el consumo sigue siendo alto y los buques portacontenedores están continuamente sobrevendidos. Existen, por supuesto, alternativas al transporte marítimo, como el transporte aéreo, por carretera y el ferrocarril.

Sin embargo, durante la pandemia han disminuido los vuelos internacionales, lo que se traduce en una menor capacidad aérea para el transporte de mercancías. También hay escasez de conductores por las mismas razones y los que están trabajando se ven retrasados por la normativa de las pruebas Covid-19 y el cierre de las fronteras.

Al mismo tiempo, con la gente en casa más a menudo, la demanda de productos comprados a través del comercio electrónico sigue creciendo junto con el aumento de las expectativas en torno a los tiempos de entrega. Al no poder ir simplemente a una tienda y salir con los artículos que quieren, los consumidores parecen no poder esperar a recibir sus compras en línea. En este entorno existe una clara necesidad de una solución tecnológica que alivie parte de la presión sobre las cadenas de suministro.

Seguimiento con RFID

Una parte importante para que la logística funcione sin problemas es saber dónde están los productos en la cadena de suministro y cuántos hay. Esto significa que los productos o envíos deben poder rastrearse a medida que se desplazan. Los GPS son una opción, pero son caros y no son rentables para un solo artículo.

La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID), en cambio, es rentable. Utiliza señales inalámbricas para transferir datos entre un microchip y un dispositivo de lectura, lo que permite identificar y rastrear objetos. Uno de sus usos más comunes es en los microchips para mascotas o en las tarjetas de viaje del transporte público, pero tiene un gran potencial para su uso en las cadenas de suministro.

La transferencia de datos mediante el escaneo de una etiqueta RFID es ideal para el seguimiento de mercancías y envíos porque, a diferencia de los códigos de barras, puede almacenar más información que se puede leer a una distancia de hasta 12 metros (ya sea de manera individual o en bloque). Esto significa que es posible que un palé entero de productos etiquetados con RFID esté listo de una sola vez.

Como los artículos pueden recibir códigos de identificación únicos, capaces de ser sobrescritos, se puede hacer un seguimiento de los productos individuales y actualizar su ubicación en puntos clave del tránsito, cuando salen de la fábrica, pasan a un contenedor, llegan a un almacén portuario y son recibidos por un distribuidor.

Impresión y codificación de etiquetas RFID

Con tantas ventajas respecto a sus competidores, la tecnología RFID es cada vez más popular y hay razones de peso para integrarla en las cadenas de suministro de todos los sectores de la logística y el transporte. Esto se debe a que, con un único dispositivo es fácil y rentable imprimir y codificar de una sola vez los códigos de entrega y envío, las facturas y las etiquetas RFID de transporte global.

Además, mientras que el papel en el que se imprime todo puede reciclarse, los propios chips RFID son totalmente reutilizables. Los chips pueden recuperarse, volver a pasar por una impresora y recodificarse tantas veces como sea necesario. La impresión de etiquetas RFID en una impresora de oficina es una forma rentable y fácil de implementar para realizar el seguimiento de artículos individuales o envíos completos a lo largo de la cadena de suministro.

Una alternativa es usar una impresora dúplex que no sólo imprima con tóner a todo color, sino que también utilice una impresora láser (no térmica), ya que es esta capacidad la que le permite codificar los chips RFID incrustados en el papel y los documentos. Las soluciones personalizadas pueden combinar la potencia de los formularios electrónicos, la impresión en color y las capacidades de los soportes especiales en un dispositivo multifunción o láser en color para etiquetas y RFID todo en uno.

Estas soluciones ayudan a eliminar el riesgo de desajustes entre las etiquetas y los tags RFID y consolidan la gestión de los dispositivos en una única solución. Si también se necesitan códigos de barras para mostrar información visual inmediata, una impresora de oficina también puede imprimirlos fácilmente, y una dúplex permite optimizar la experiencia del usuario. Las diferentes bandejas de soportes permiten imprimir en color o en monocromo, en cualquier tamaño y tipo de documento necesario para un paquete -facturas, anuncios, etiquetas de envío y declaraciones de aduana-, todo en un solo dispositivo.

Con el seguimiento RFID impreso, la respuesta a la pregunta "¿dónde están mis cosas?" es ahora más precisa.