Superar la vergüenza tecnológica en el lugar de trabajo: Cómo apoyar a los empleados de la Generación Z

Antes de la pandemia, existía una tendencia creciente de la Generación Z, trabajar desde cualquier lugar, como nómadas digitales. Esta tendencia era apoyada y fomentada activamente por las nuevas empresas digitales, que podían contratar y desplegar trabajadores ad hoc, ya estuvieran en casa de sus padres, en una playa de Tailandia o haciendo surf en el sofá. Esto beneficiaba a ambas partes, ya que mantenía los gastos generales bajos y el trabajo flexible, mientras que las generaciones mayores seguían desplazándose a la oficina todos los días. Sin embargo, la pandemia -con los cierres globales que la siguieron- no sólo cerró la oficina, sino que creó una cultura de trabajo desde casa que trastornó el lugar de trabajo. 

Después de la pandemia, puede que los nómadas digitales sigan en la playa, pero el resto de la Generación Z ha vuelto a la oficina y está menos preparada para ello que las generaciones anteriores. A pesar de su fluidez con la tecnología de punta en casa, estos jóvenes profesionales se enfrentan de repente a una nueva y problemática tendencia de "vergüenza tecnológica" en el lugar de trabajo, que no sólo puede afectar a su rendimiento laboral, sino también repercutir en la productividad de las organizaciones. 

La vergüenza tecnológica

La vergüenza tecnológica es el sentimiento de vergüenza o inadecuación que se experimenta cuando se cuestionan o critican las habilidades o conocimientos tecnológicos de una persona. Cualquiera puede enfrentarse a la vergüenza tecnológica en el lugar de trabajo, pero en el caso de los empleados de la Generación Z, a menudo las generaciones de más edad asumen que son más expertos en tecnología, por lo que se enfrentan a la vergüenza tecnológica cuando son incapaces de cumplir las expectativas o exigencias que se les imponen. En el caso de la Generación Z, esto se manifiesta cada vez más en su incapacidad para utilizar eficientemente software y hardware obsoletos y anticuados. 

Un reciente artículo de The Guardian ponía de relieve el problema, destacando que uno de cada cinco jóvenes oficinistas afirmaba "sentirse juzgado por tener problemas tecnológicos". Así que, en primer lugar, hay una cuestión de RRHH: tenemos que evitar que esta idea recién acuñada de la "vergüenza tecnológica" afecte a la confianza y el bienestar de los empleados de la Generación Z. Estos jóvenes profesionales están acostumbrados a que se les juzgue por tener problemas con la tecnología. Estos jóvenes profesionales están acostumbrados a ser muy competentes en el uso de la tecnología para fines personales, creando y editando vídeos de TikTok y otros usos de las redes sociales. Esto ha creado una generación que se siente más a gusto con un smartphone que la mayoría de los Millennials o incluso los empleados de la Generación X con un portátil. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a tecnologías desconocidas en el lugar de trabajo, existe una clara necesidad de educar y formar, no de pasar por alto o juzgar. En un momento de fuga de talentos y en el que las empresas tienen dificultades para cubrir puestos, es fácil hacer las cosas bien y asegurarse de que los compañeros más jóvenes están preparados para utilizar la tecnología de la oficina con soltura, lo que redundará en unos trabajadores mejores y más felices.

Qué pueden hacer las organizaciones para ayudar

Es importante hacer frente a la "vergüenza tecnológica" antes de que se arraigue demasiado: cuanto más tiempo pase sin control, más arraigada estará entre los jóvenes. Así que hay algunas cosas que se pueden hacer de inmediato para superar la vergüenza tecnológica.

Empezando por crear un entorno de aprendizaje continuo para todos los empleados.  Las sesiones de formación, los talleres y los recursos para ayudar a los empleados a desarrollar sus habilidades técnicas deben ofrecerse a los empleados independientemente de su edad para fomentar un sentido de inclusión y apertura. 

Crear equipos intergeneracionales siempre que sea posible aumentará la colaboración y el intercambio intergeneracional de conocimientos por ósmosis. Los equipos deben hacer hincapié en que está bien hacer preguntas y buscar orientación para crear una atmósfera de apoyo y no de juicio.

Los usuarios son sólo una parte de la ecuación. Por ejemplo, ¿las interfaces de sus impresoras están en consonancia con las capacidades actuales? La gente suele estar familiarizada con las funciones de deslizar, deslizar y otras funciones multitáctiles, especialmente los que han crecido con teléfonos inteligentes o tabletas. Así que asegurarse de que dispositivos como las impresoras tienen este tipo de interfaces puede ayudar a que la gente de la oficina los entienda mejor. Auditar la tecnología que se utiliza en la oficina y de forma remota y asegurarse de que la tecnología es intuitiva y fácil de usar también puede ayudar a aliviar las preocupaciones de vergüenza tecnológica. Algunos empleados de la Generación Z pueden apreciar las interfaces simplificadas y el diseño centrado en el usuario, por ejemplo. Si la última generación de empleados expertos en tecnología tiene problemas con la tecnología de la oficina, tal vez la tecnología de su oficina no es tan avanzada como debería y podría actualizarse. 

Dedicar tiempo a celebrar activamente la diversidad tecnológica en la organización también puede fomentar y mostrar el valor que aportan las distintas capacidades y perspectivas de las diferentes generaciones. Por ejemplo, algunos empleados pueden tener habilidades digitales específicas que han aprendido en el último año (por ejemplo, la codificación de aplicaciones básicas), mientras que otros empleados pueden tener décadas de experiencia que siguen siendo relevantes y pueden transmitirse a sus colegas (como el mejor enfoque sobre qué activos físicos organizar para un posible cliente en un entorno de lanzamiento). Reconocer y celebrar las fortalezas y habilidades únicas de cada individuo puede ser tan importante como aprender las propias habilidades, por lo que es clave garantizar que ambas se valoran en el lugar de trabajo. 

Reducir la brecha tecnológica generacional en el lugar de trabajo y ayudar a los empleados a superar la vergüenza tecnológica no es algo que vaya a solucionarse de la noche a la mañana, pero puede tratarse al instante. Sin embargo, si entendemos cómo puede afectar a los empleados la tecnología en el lugar de trabajo y aplicamos estrategias que fomenten una cultura de apoyo e inclusión en el lugar de trabajo, todas las generaciones se sentirán mejor preparadas para hacer su trabajo al máximo nivel, con la tecnología apoyándoles en todo momento.